Posadas:
Son una
tradición religiosa muy mexicana. Se trata de una novena que nos prepara a la
celebración de la Navidad. Durante estos nueve días se reúnen las personas
siguiendo un itinerario de oración y reflexión sobre lo que José y María
vivieron durante los últimos días de la espera gozosa de su Hijo, cuando
tuvieron que ir a Belén a empadronarse por disposición del emperador romano.
Hoy, se le llama posada a
cualquier fiesta que se hace con motivo de las fiestas navideñas; pero muchas
veces están muy lejos de tener un matiz religioso, que desde luego, no tiene
por qué ser triste o aburrido, al contrario, las auténticas posadas deben de
distinguirse por la alegría y la convivencia familiar y de amigos que celebran
y comparten con gusto en torno al misterio de la Encarnación del Señor. Si tú
eres cristiano, puedes ayudar a mantener vivo y auténtico el sentido de estas
fiestas, por lo que te proporcionamos los elementos necesarios para que
organices unas posadas de las que todos puedan disfrutar y aprender.
Origen.
Los primeros
misioneros españoles, transformaron las fiestas prehispánicas paganas en
fiestas cristianas. Durante el mes de diciembre, del 6 al 26, los antiguos
mexicanos celebraban fiestas en honor de Huitzilopochtli. Sus fiestas
consistían en ayunos para prepararse, coronación de su dios, adornar con
banderas en los árboles, prender fogatas con maderas perfumadas, para terminar
los días 24 al 26 con convites en donde se obsequiaban suculentas comidas y
estatuas pequeñas de su dios, hechas con pasta comestible de maíz y miel.
Los misioneros aprovecharon la
coincidencia de las fechas introduciendo la celebración del nacimiento de Jesús
y eliminando el festejo a Huitzilopochtli. En lugar de las banderas y
estandartes de ese dios, pusieron algunos estandartes de la fe cristiana que
empezaba a tomar conciencia en los indígenas.
En lugar de la preparación a
aquella fiesta, introdujeron el novenario de José y María, utilizando para esto
la representación de su peregrinar de Nazaret a Belén. Se escogieron los
últimos 9 días anteriores a la Navidad.
En ese tiempo las posadas se
realizaban en el atrio o patio del templo o de los conventos, y concluían con
las llamadas "misas de aguinaldo", en las que se hacían
representaciones de pasajes de la Navidad para hacerlas más atractivas y
amenas. Se agregaron luces, cohetes y villancicos y finalmente la piñata.
Poco a poco esta práctica se fue
extendiendo hacia los barrios y vecindades, añadiéndose la costumbre de ofrecer
al final el típico ponche de frutas. Lo que en un principio fue una celebración
religiosa para el templo, se convirtió en una fiesta familiar y popular.
Significado.
Las posadas
son fiestas próximas a la Navidad que nos hacen recordar las dificultades que
pasaron José y María antes de que Jesús naciera, este recuerdo nos debe llevar
a reflexionar acerca de nuestra preparación personal para recibir al Niño
Jesús, el sentido de la novena es prepararnos para ser mejores personas y
abrirle las puertas de nuestro corazón al Salvador. El caminar por la calle
rezando y cantando, nos hace recordar nuestro peregrinar por la vida para
evangelizarnos en familia y evangelizar a nuestro paso. La comida y los dulces
que se ofrecen hablan del gusto de compartir con los demás la alegría de estar
esperando a Jesús que viene a nosotros. Romper la piñata significa el deseo de
romper con la vida de pecado y dejarse inundar con los dones de Dios,
representados por los dulces o frutas que salen de ella.
Celebración. Las posadas son del 16 al 24 de
diciembre, nueve días antes de la Navidad. Generalmente los anfitriones se
preparan con figuras que representan a José y a María buscando en dónde nacerá
su Hijo, con hojas con los cantos para pedir posada, las oraciones necesarias y
villancicos, para que todos puedan participar. Como es una fiesta de origen
religioso, para celebrar un acontecimiento religioso, es pues lógico pensar que
en ellas no puede faltar la oración, la lectura bíblica y la reflexión, además
de los cantos y la alegría que nos ayudan a vivir mejor estas fiestas. Se
acostumbra iniciar con el rezo del Rosario, intercalando los cantos para
"pedir posada" entre cada misterio, así como villancicos, mientras
los asistentes van caminando de una puerta a otra; se termina con la lectura
correspondiente a ese día de la novena de Navidad y por último con la fiesta,
para celebrar y compartir.
La Novena de Navidad. Durante los nueve días (del 16 al 24 de
diciembre), se reúnen los participantes iniciando: "En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo". Se reza enseguida el Santo Rosario,
pidiendo posada entre cada uno de los misterios.
Al final, entran en la casa
anfitriona para reflexionar sobre una lectura bíblica.
Pastorelas
Origen.
Durante la
Colonia, los misioneros españoles aprovecharon la fuerte tradición teatral de
la cultura náhuatl para propagar de forma didáctica la evangelización. Los
jesuitas, llegados a la Nueva España en 1572, ejercieron una amplia influencia
en la educación del pueblo, fueron los principales impulsores de las
pastorelas.
La primera representación que se
recuerda se ubica en Zapotitlán Jalisco, donde se presencia la primera batalla
entre San Miguel Arcángel y Lucifer, en lengua indígena. Eran entonces, las
pastorelas, importantes elementos de comunicación y participación social.
Pronto salieron de los atrios de las iglesias para escenificarse en las plazas
y calles de los distintos pueblos, donde recogen las costumbres y prácticas de
cada región. Así, para fines del siglo XVI, se encuentran referencias de una
pastorela propiamente mexicana, con adaptaciones de esta cultura.
Definición.
Las
Pastorelas son recreaciones de las peripecias que enfrentan los pastores para
llegar a adorar al Niño Jesús, que ha nacido en Belén. En el camino tienen que
luchar con los demonios, que representando los siete pecados capitales, les
imponen todo tipo de trampas, obstáculos y tentaciones para hacerlos desistir.
El Arcángel San Miguel libra una intensa batalla con Lucifer y finalmente
triunfa sobre él. Se trata de una confrontación entre el bien y el mal de la
que se desprenden ciertas lecciones. Se caracterizan por su lenguaje rudo y
esencial propio de pastores; están impregnadas de cierto humorismo involuntario
y son ingenuas y picarescas.
Significado. Hoy, las pastorelas conservan su
contenido y estructura más o menos permanente, cuyo tema central sigue siendo
el nacimiento y la adoración del Niño Jesús, e incorporando algunos personajes
y situaciones nuevos. Son muy útiles para hacer reflexionar de manera amena acerca
de cuáles son los obstáculos que tiene el hombre para adorar a Jesús Niño, para
aceptar su mensaje y vivir de acuerdo a su voluntad.
Nacimiento
- Origen. Se atribuye
a San Francisco de Asís, quien, en 1223 en vísperas de la Navidad, montó
en el bosque de Grecia, el primer nacimiento de que se tenga noticia, con
hombres y animales vivos. Su deseo era celebrar una hermosa nochebuena de
Navidad, para vivir el recuerdo del Niño Jesús que nació en Belén en un
establo. Una vez montada la escena, reunidos los habitantes de la aldea,
se celebró la Eucaristía con algunos cánticos de la Natividad del Señor.
Los asistentes llevaban antorchas y velas a fin de "iluminar aquella
noche que debería de alumbrar a los siglos como una estrella
refulgente". Al año siguiente repitió la representación con éxito y
desde entonces la costumbre se extendió a todos los pueblos cercanos. Con
el paso del tiempo la falta de espacio obligó a sustituir a las personas y
animales por figuras de madera o de barro.
En
México, los nacimientos hicieron su aparición en Acolman, en el siglo XVI, como
producto de las representaciones que se hacían de la Navidad, hasta la fecha,
en la mayoría de los hogares católicos mexicanos, hay un nacimiento durante el
tiempo de Adviento y las fiestas de Navidad.
- Significado. Colocar un nacimiento en la casa es para
recordar el escenario en el que Dios se hizo hombre en Belén. En los
hogares en donde se acostumbra poner adornos navideños, éste debe ser el
más importante, el que está al centro de todo, pues lo que celebramos en
Navidad es precisamente el Nacimiento de Jesús. Es una forma muy atractiva
para hablar a los niños de la Historia de la Salvación. Es un medio
didáctico visual que difícilmente pasará desapercibido. En la celebración
familiar de la Nochebuena, la reunión es en torno al Nacimiento de Jesús y
si éste puede ser representado de algún modo, la celebración será más
emotiva, disponiendo a los asistentes a recibir en su interior a Jesús que
nos trae la Salvación.
Nacimiento
- Origen. Se atribuye
a San Francisco de Asís, quien, en 1223 en vísperas de la Navidad, montó
en el bosque de Grecia, el primer nacimiento de que se tenga noticia, con
hombres y animales vivos. Su deseo era celebrar una hermosa nochebuena de
Navidad, para vivir el recuerdo del Niño Jesús que nació en Belén en un
establo. Una vez montada la escena, reunidos los habitantes de la aldea,
se celebró la Eucaristía con algunos cánticos de la Natividad del Señor.
Los asistentes llevaban antorchas y velas a fin de "iluminar aquella
noche que debería de alumbrar a los siglos como una estrella
refulgente". Al año siguiente repitió la representación con éxito y
desde entonces la costumbre se extendió a todos los pueblos cercanos. Con
el paso del tiempo la falta de espacio obligó a sustituir a las personas y
animales por figuras de madera o de barro.
En
México, los nacimientos hicieron su aparición en Acolman, en el siglo XVI, como
producto de las representaciones que se hacían de la Navidad, hasta la fecha,
en la mayoría de los hogares católicos mexicanos, hay un nacimiento durante el
tiempo de Adviento y las fiestas de Navidad.
- Significado. Colocar un nacimiento en la casa es para
recordar el escenario en el que Dios se hizo hombre en Belén. En los
hogares en donde se acostumbra poner adornos navideños, éste debe ser el
más importante, el que está al centro de todo, pues lo que celebramos en
Navidad es precisamente el Nacimiento de Jesús. Es una forma muy atractiva
para hablar a los niños de la Historia de la Salvación. Es un medio
didáctico visual que difícilmente pasará desapercibido. En la celebración
familiar de la Nochebuena, la reunión es en torno al Nacimiento de Jesús y
si éste puede ser representado de algún modo, la celebración será más
emotiva, disponiendo a los asistentes a recibir en su interior a Jesús que
nos trae la Salvación.
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